Inversión con impacto social

[:es]Los desafíos económicos, sociales y ambientales que hoy plantea el mundo no fueron resueltos por la economía tradicional ni la filantropía. Desde el 2001 se dio un cambio de paradigma que comenzó en las finanzas globales evolucionando y generando año a año condiciones propicias para el desarrollo de una manera diferente de hacer negocios.
Una de ellas fueron las inversiones con impacto social. Se trata de una tendencia global que va de menos a más y cuyo objetivo es delinear los desafíos y oportunidades de un país o región para desarrollar el mercado de inversión de impacto. Se impulsan inversiones desde fondos de inversión, aceleradoras y bonos de impacto social buscando cambiar la forma de hacer negocios y ponderan con igual relevancia el resultado financiero, el riesgo y el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
La inversión de impacto social tiende hacia la colaboración, experimenta una mayor exigencia financiera por parte de sus inversores y, además, el volumen global invertido aumenta a un nivel considerable. Son las tres principales conclusiones de la mayor organización de capital filantrópico e inversión de impacto social de Europa, la EVPA (European Venture Philanthropy Association, a la que pertenece la Bolsa Social).
Hoy actores claves del sector financiero y corporativo junto con organismos multilaterales, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, instituciones educativas y académicos comienzan a interactuar y confluir en grupos de diálogo y trabajo con Inversión de Impacto para poner en valor tanto la rentabilidad como los beneficios sociales y ambientales.
El rol del Estado debe ser el de un articulador, porque el impacto es mayor cuando se suman a las organizaciones sociales junto con inversores para trabajar en conjunto como verdaderos aliados estratégicos. Algunos gobiernos promueven por ejemplo los Bonos de Impacto Social cuyo instrumento funciona como un esquema de pago por resultados y donde el inversor asume el riesgo de adelantar el capital y monitorear el desempeño de los proveedores de servicio para la consecución de resultados, pautados de antemano. El Gobierno se compromete a pagar el capital invertido más una prima de riesgo cuando se alcanzan estos resultados
Los organismos multilaterales también cumplen un rol clave en este escenario proactivo. Por citar un ejemplo el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo lleva más de 20 años invirtiendo en fondos de capital emprendedor y de impacto en la región.
Y es así es como hoy ya hay grupos de inversores orientados a impulsar la innovación social, las pequeñas economías y resolver los problemas de la clase media emergente tanto en salud como vivienda, discapacidad, adultos mayores, cuestiones medioambientales y de economía circular que incluye reciclaje, energías renovables y nuevas tecnologías aplicadas a la fabricación de productos sustentables. El sector privado comprende poco a poco que su función también es social. Aunque los inversores de impacto comparten la visión de combinar retornos financieros positivos con impactos sociales y medioambientales, este grupo se suele dividir en dos grandes categorías:
Los inversores con prioridad financiera, que buscan optimizar retornos financieros con objetivos sociales o medioambientales. Este grupo está integrado por inversores comerciales que buscan vehículos financieros que les ofrezcan rentabilidades de acuerdo con el mercado pero combinando fines sociales y medioambientales.
Los inversores con prioridad de impacto, que buscan optimizar el impacto social y medioambiental con algún retorno financiero. La motivación de este grupo es el impacto social y medioambiental y están dispuestos a aceptar un retorno por debajo del mercado o incluso la simple devolución del principal.
Estamos en un momento histórico y frente a oportunidades de construir soluciones que a través de las nuevas tecnologías sean replicables y escalables, pero sobre todo inspiren y sean ejemplo de una tendencia en alza.
Para fomentar la inversión de impacto y su financiamiento debemos promover contenidos relacionados, capacitar a los actores relevantes, desarrollar reportes; incentivar el aumento de capital y los instrumentos necesarios para llevarlo adelante con éxito; desarrollar un marco regulatorio apropiado para fomentar los negocios con impacto y su financiamiento y facilitar la sistematización de la medición de impacto.
Invitamos a todos los actores a informarse y sumarse como agentes de cambio. Tenemos que construir en Panamá y la región este camino para que en un futuro todas las inversiones sean de impacto.

 

Guillermo Caro

Experto Internacional. Consultor Asociado de Stratego.

 [:en]Los desafíos económicos, sociales y ambientales que hoy plantea el mundo no fueron resueltos por la economía tradicional ni la filantropía. Desde el 2001 se dio un cambio de paradigma que comenzó en las finanzas globales evolucionando y generando año a año condiciones propicias para el desarrollo de una manera diferente de hacer negocios.
Una de ellas fueron las inversiones con impacto social. Se trata de una tendencia global que va de menos a más y cuyo objetivo es delinear los desafíos y oportunidades de un país o región para desarrollar el mercado de inversión de impacto. Se impulsan inversiones desde fondos de inversión, aceleradoras y bonos de impacto social buscando cambiar la forma de hacer negocios y ponderan con igual relevancia el resultado financiero, el riesgo y el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
La inversión de impacto social tiende hacia la colaboración, experimenta una mayor exigencia financiera por parte de sus inversores y, además, el volumen global invertido aumenta a un nivel considerable. Son las tres principales conclusiones de la mayor organización de capital filantrópico e inversión de impacto social de Europa, la EVPA (European Venture Philanthropy Association, a la que pertenece la Bolsa Social).
Hoy actores claves del sector financiero y corporativo junto con organismos multilaterales, organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, instituciones educativas y académicos comienzan a interactuar y confluir en grupos de diálogo y trabajo con Inversión de Impacto para poner en valor tanto la rentabilidad como los beneficios sociales y ambientales.
El rol del Estado debe ser el de un articulador, porque el impacto es mayor cuando se suman a las organizaciones sociales junto con inversores para trabajar en conjunto como verdaderos aliados estratégicos. Algunos gobiernos promueven por ejemplo los Bonos de Impacto Social cuyo instrumento funciona como un esquema de pago por resultados y donde el inversor asume el riesgo de adelantar el capital y monitorear el desempeño de los proveedores de servicio para la consecución de resultados, pautados de antemano. El Gobierno se compromete a pagar el capital invertido más una prima de riesgo cuando se alcanzan estos resultados
Los organismos multilaterales también cumplen un rol clave en este escenario proactivo. Por citar un ejemplo el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo lleva más de 20 años invirtiendo en fondos de capital emprendedor y de impacto en la región.
Y es así es como hoy ya hay grupos de inversores orientados a impulsar la innovación social, las pequeñas economías y resolver los problemas de la clase media emergente tanto en salud como vivienda, discapacidad, adultos mayores, cuestiones medioambientales y de economía circular que incluye reciclaje, energías renovables y nuevas tecnologías aplicadas a la fabricación de productos sustentables. El sector privado comprende poco a poco que su función también es social. Aunque los inversores de impacto comparten la visión de combinar retornos financieros positivos con impactos sociales y medioambientales, este grupo se suele dividir en dos grandes categorías:
Los inversores con prioridad financiera, que buscan optimizar retornos financieros con objetivos sociales o medioambientales. Este grupo está integrado por inversores comerciales que buscan vehículos financieros que les ofrezcan rentabilidades de acuerdo con el mercado pero combinando fines sociales y medioambientales.
Los inversores con prioridad de impacto, que buscan optimizar el impacto social y medioambiental con algún retorno financiero. La motivación de este grupo es el impacto social y medioambiental y están dispuestos a aceptar un retorno por debajo del mercado o incluso la simple devolución del principal.
Estamos en un momento histórico y frente a oportunidades de construir soluciones que a través de las nuevas tecnologías sean replicables y escalables, pero sobre todo inspiren y sean ejemplo de una tendencia en alza.
Para fomentar la inversión de impacto y su financiamiento debemos promover contenidos relacionados, capacitar a los actores relevantes, desarrollar reportes; incentivar el aumento de capital y los instrumentos necesarios para llevarlo adelante con éxito; desarrollar un marco regulatorio apropiado para fomentar los negocios con impacto y su financiamiento y facilitar la sistematización de la medición de impacto.
Invitamos a todos los actores a informarse y sumarse como agentes de cambio. Tenemos que construir en Panamá y la región este camino para que en un futuro todas las inversiones sean de impacto.

Guillermo Caro

Experto Internacional. Consultor Asociado de Stratego.

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