Las mujeres de América Latina son más emprendedoras, para tener su propio negocio, que los hombres; sin embargo, las tasas de fracaso son más altas en ellas que en ellos.
Frente a esa realidad, FUNDES trabaja fortaleciendo las capacidades de mujeres dueñas de su negocio y ha llegado a una importante conclusión: los niveles de respuesta a la asesoría y capacitación son más altas que las de hombres que también son convocados o participan de sus proyectos. Esta actitud receptiva evidencia que hay oportunidades de cambiar el panorama de negocios fallidos liderados por mujeres en la región.
Fiorella Blanco, de FUNDES en Costa Rica, comentó que distintos estudios sobre el tema evidencian que Chile, Perú y Colombia ofrecen los mejores ambientes para mujeres emprendedoras. Esto tiene que ver con menores riesgos económicos, servicios sociales de mayor calidad, redes de negocio, apoyo y capacitación a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
En el análisis, FUNDES también considera la competitividad que tienen los países y de esta forma se enfoca actualmente en el desarrollo de proyectos de formación a mujeres en Chile, Perú, Colombia, Brasil, México, Costa Rica y Argentina.
La experiencia indica que no se trata de generar capacitación focalizada, solo a mujeres, sino sobre todo de apoyar y facilitar para que tengan acceso a las mismas condiciones que los hombres.
Sin embargo, sea que la capacitación se dirija específicamente a mujeres o que el grupo sea mixto, FUNDES procura adaptarse a la visión que tiene la mujer sobre su negocio en estrecha vinculación con el desarrollo de su familia, comentó Blanco.
Una de las exclusiones que afecta el éxito del negocio de las mujeres es el financiamiento. Según datos disponibles en FUNDES, solo el 34% de la cartera de instituciones microfinancieras en Latinoamérica se asigna a mujeres.
FUNDES capacita a las micro, pequeñas y medianas empresarias para que aprendan como liderar y organizar el negocio, para que se reconozcan como las gerentes si en la práctica lo son, para que aprendan de las experiencias de otras mujeres, y también desarrollan otras habilidades que les den un mayor empoderamiento en su actividad, precisó Fiorella Blanco.
De acuerdo con cifras de FUNDES, el 23% de las mipymes de Latinoamérica son jefeadas por mujeres.
Tres tipos de proyectos
Las capacitaciones pueden ser para fortalecer un emprendimiento, para generar nuevos enlaces de negocio y para ser parte de la cadena de valor de otra empresa de mayor tamaño.
En el primer caso pueden ser desde talleres básicos hasta otros orientados a fomentar tecnología e innovación. En el segundo caso se procura que el negocio liderado por la mujer pueda atender necesidades de mercados para lo cual se identifican los encadenamientos que le facilitarán ese crecimiento. El tercer tipo de formación se orienta a fortalecer las capacidades empresariales para ser parte de la cadena de valor de una empresa de mayor tamaño.
Así, FUNDES ha trabajado proyectos en la Cuenca del Lago Llanquihue en Chile, en el sector de muebles y comercio en Venezuela, en la zona norte de Chile en los sectores forestal y frutícola, en agroindustria en Guatemala, en cafeterías en Panamá, en sectores como artesanía, turismo y alimentos en Chile, para clientes de Coca Cola en Costa Rica, y ha desarrollado microempresas lideradas por mujeres en El Salvador, Guatemala y Costa Rica.
Hay fuerte evidencia en investigaciones de que la empleabilidad y empresarialidad de las mujeres contribuye de forma importante al crecimiento económico de los países, considerando su peso actual como cabezas de familia. Entre el 2000 y el 2010, el incremento en los ingresos de las mujeres de la región permitió la reducción del 30% de la pobreza extrema. FUNDES procura que sus programas aporten a estos resultados.
Fuente: FUNDES Latinoamerica