[:es]Inicié el año, proponiéndoles estimados lectores, que desde sus empresas, instituciones y organizaciones llevarán adelante una comunicación sostenible, a fin de construir un mejor Panamá.
Sin embargo, a diario, pareciese que el mundo entero se encarga de decirnos que, para ser líderes de nuestros sectores, tenemos que hacernos de la vista gorda y buscar soluciones “de que hay pa’ mi”.
Como ejemplo tomemos el año 2017, mismo que se ha caracterizado por que los “fake news” se hayan generalizado. Panamá, su gobierno, sus empresas y los diferentes productos en el mercado han sido víctima de las mismas. Ni hablar del fenómeno a nivel internacional.
Todo motivado por intereses políticos o financieros tratando de generar ganancias, o en nuestro patio por el mero ánimo del “bochinche” (según el Diccionario R.A.E. chisme, a veces calumnioso, contra una persona o familia, que cobra mayor proporción y maledicencia a medida que pasa de una persona a otra).
El fenómeno ha sido experimentado a nivel internacional a través de Google y Facebook, pero en Panamá, las cadenas distribuidas por WhatsApp, son algo cotidiano; al punto que instituciones gubernamentales se han visto en la obligación de salir luego por canales tradicionales a desmentir las mismas.
Este fenómeno, es todo un tema de caso de estudio; debido al giro que han tomado las redes sociales con consecuencias negativas para diferentes grupos de interés. Desde finales de 2016, Google y Facebook se vieron en la necesidad de tomar medidas para contrarrestar estos “fake news”, mientras que Google removió sitios que promovieran noticias falsas y utilizaran Google AdSense; Facebook por su parte, cambió su política, dejando de incluir anuncios dentro de sitios que compartiesen noticias falsas. Además, la empresa fundada por Mark Zuckerberg, presentó un programa que permite a los usuarios reportar artículos dudosos; al tiempo que se alió con organizaciones que utilizan los parámetros de la Red Internacional de Comprobación de los Hechos (IFCN – por sus siglas en inglés) para revisar artículos que han sido reportados.
No dudo que WhatsApp pronto desarrolle y presente algún tipo de filtro; sin embargo, nuevamente nos remitimos a la esencia detrás de este tipo de fenómenos: las personas.
Hace varios años atrás, en esta misma columna, les planteaba que las redes sociales son un tema de sentido común. Hoy les replanteo este argumento y les señaló que las redes sociales son un tema de quien está detrás de ellas, sus valores y sus objetivos.
Recientemente, asistí a la ponencia del Dr. Jorge Llaguno Sañudo, profesor del área de Factor Humano del IPADE Business School, en el marco del 50 aniversario del Instituto de negocios, que desde el año pasado tiene presencia en Panamá. En esta ponencia, el Dr. Llaguno nos planteaba la interrogante: ¿Se puede ser un líder ético?, y el desarrollo de su argumento, a través de la metodología de casuística, de la ética en los negocios, considero nos aplica en todos los sentidos del desarrollo de nuestro emprendimiento, incluyendo el manejo de las redes sociales desde una perspectiva ética.
El manejo de nuestros valores corporativos, las virtudes que nos diferencia como empresa y empresarios, marcarán nuestro liderazgo en todo el sentido de la palabra, a pesar del ambiente en el que nos desarrollamos y que lamentablemente hoy se ve reflejado en estos nuevos canales de comunicación.
Ante este panorama, una vez más amigos lectores les hago el llamado a difundir, informar, educar, sensibilizar y defender una sociedad más justa, equitativa y sostenible; ya que dentro de la sostenibilidad conviven principios éticos y morales.
María Eugenia Grimaldo
Gerente de Comunicación de Stratego.
Fuente: Enlace Empresarial[:en]Inicié el año, proponiéndoles estimados lectores, que desde sus empresas, instituciones y organizaciones llevarán adelante una comunicación sostenible, a fin de construir un mejor Panamá.
Sin embargo, a diario, pareciese que el mundo entero se encarga de decirnos que, para ser líderes de nuestros sectores, tenemos que hacernos de la vista gorda y buscar soluciones “de que hay pa’ mi”.
Como ejemplo tomemos el año 2017, mismo que se ha caracterizado por que los “fake news” se hayan generalizado. Panamá, su gobierno, sus empresas y los diferentes productos en el mercado han sido víctima de las mismas. Ni hablar del fenómeno a nivel internacional.
Todo motivado por intereses políticos o financieros tratando de generar ganancias, o en nuestro patio por el mero ánimo del “bochinche” (según el Diccionario R.A.E. chisme, a veces calumnioso, contra una persona o familia, que cobra mayor proporción y maledicencia a medida que pasa de una persona a otra).
El fenómeno ha sido experimentado a nivel internacional a través de Google y Facebook, pero en Panamá, las cadenas distribuidas por WhatsApp, son algo cotidiano; al punto que instituciones gubernamentales se han visto en la obligación de salir luego por canales tradicionales a desmentir las mismas.
Este fenómeno, es todo un tema de caso de estudio; debido al giro que han tomado las redes sociales con consecuencias negativas para diferentes grupos de interés. Desde finales de 2016, Google y Facebook se vieron en la necesidad de tomar medidas para contrarrestar estos “fake news”, mientras que Google removió sitios que promovieran noticias falsas y utilizaran Google AdSense; Facebook por su parte, cambió su política, dejando de incluir anuncios dentro de sitios que compartiesen noticias falsas. Además, la empresa fundada por Mark Zuckerberg, presentó un programa que permite a los usuarios reportar artículos dudosos; al tiempo que se alió con organizaciones que utilizan los parámetros de la Red Internacional de Comprobación de los Hechos (IFCN – por sus siglas en inglés) para revisar artículos que han sido reportados.
No dudo que WhatsApp pronto desarrolle y presente algún tipo de filtro; sin embargo, nuevamente nos remitimos a la esencia detrás de este tipo de fenómenos: las personas.
Hace varios años atrás, en esta misma columna, les planteaba que las redes sociales son un tema de sentido común. Hoy les replanteo este argumento y les señaló que las redes sociales son un tema de quien está detrás de ellas, sus valores y sus objetivos.
Recientemente, asistí a la ponencia del Dr. Jorge Llaguno Sañudo, profesor del área de Factor Humano del IPADE Business School, en el marco del 50 aniversario del Instituto de negocios, que desde el año pasado tiene presencia en Panamá. En esta ponencia, el Dr. Llaguno nos planteaba la interrogante: ¿Se puede ser un líder ético?, y el desarrollo de su argumento, a través de la metodología de casuística, de la ética en los negocios, considero nos aplica en todos los sentidos del desarrollo de nuestro emprendimiento, incluyendo el manejo de las redes sociales desde una perspectiva ética.
El manejo de nuestros valores corporativos, las virtudes que nos diferencia como empresa y empresarios, marcarán nuestro liderazgo en todo el sentido de la palabra, a pesar del ambiente en el que nos desarrollamos y que lamentablemente hoy se ve reflejado en estos nuevos canales de comunicación.
Ante este panorama, una vez más amigos lectores les hago el llamado a difundir, informar, educar, sensibilizar y defender una sociedad más justa, equitativa y sostenible; ya que dentro de la sostenibilidad conviven principios éticos y morales.
María Eugenia Grimaldo
Gerente de Comunicación de Stratego.
Fuente: Enlace Empresarial[:]