¿Transformación o revolución digital?: Marcas a la conquista de los algoritmos

Stratego lecture series 2

Las tecnologías emergentes continúan alterando la forma en que se hace negocios a nivel mundial. En Panamá, las empresas no escapan a esta realidad, buscando competir dentro de las condiciones actuales del mercado, la gran mayoría ve la necesidad de un plan de transformación digital centrado en el cliente, que integre nuevas tecnologías dentro de su estructura organizacional. 

Este fue el punto de partida para llevar a cabo la conversación sostenida con Chris Fawcett, mercadólogo digital y autor de Nada Social, Juliette Chevalier, desarrolladora de software,  y Luis Manuel Hernández, experto en comercio digital y gerente general de Pixel Ecommerce.

La información suministrada por este panel de altura ratifica que los nuevos planes de negocio deben incluir ventas en línea, comunicación a través de medios digitales y una experiencia de usuario mejorada gracias al correcto manejo de la data del consumidor.

Según explica Chris Fawcett, dentro de este marco, existen muchos mitos y distorsiones que afectan el progreso de una verdadera transformación digital. Por ello, este mercadólogo digital considera que existen 5 verdades de marketing que hay que enfrentar para tener éxito en comunicaciones:

En primer lugar, plantea que “el engagement es un engaño virtual”. A su juicio este no tiene un valor real, pues los likes y las interacciones no parecieran servir de mucho a la hora de evaluar el proceso de compra del usuario. Seguidamente, hace referencia a “la poca vigencia de lo orgánico, si se considera que este tipo de posteo carece de control, ya que aunque permita desarrollar contenido, no logra una verdadera comunicación ni una acción de publicidad pues no se puede controlar ni el alcance ni la frecuencia del mensaje.”

Como tercera verdad plantea que las redes sociales son un vehículo de comunicación centrada en un “core message de manera coordinada y consistente en el tiempo”, por lo tanto, no hay cabida para mensajes sin valor ni peso de conversación, como por ejemplo, las efemérides. En cuarto lugar, contextualiza la frase “el contenido es el rey”, señalando que esto es atinado sólo si se ejecuta estratégicamente a través de campañas. Y cierra con una verdad que puede ser absolutamente medible, pues plantea que “sin data no hay plata”, dando a entender que una inversión que previamente no haya valorado o cruzado información no alcanzará los resultados deseados.

Para transformar no se debe inventar, solo hay que investigar

Así lo plantea, Juliette Chevalier, desarrolladora, quien hizo referencia a la importancia a la producción de un contenido digital que se encuentre ligado a la experiencia del usuario y que por lo tanto influya directamente en la aceptación de productos digitales. El contenido digital se calcula en 1,700 kbs de data por persona por segundo, una demanda que debe tomar en cuenta qué es lo que el usuario quiere ver y cómo lo quiere ver.

Según Chevalier, el éxito de cada producto o plataforma digital depende de lograr un híbrido entre la escucha activa del usuario y el planteamiento en programación que responda a esa expectativa. Por esta razón, un desarrollo debe rescatar los siguientes aspectos para considerarse exitoso: validar la idea con quienes serán los usuarios finales o los clientes actuales, evitando así la disyuntiva entre la suposición y el hecho, pues como los expertos señalan a data debe regir los procesos. Desarrollar una programación eficiente, basada en un manejo inteligente de la información que permita llegar a una audiencia determinada de forma más rápida, más eficiente y más efectiva. Captar la data de forma estructurada para que pueda resolver la generación de otros entregables de comunicación; y finalmente, reconocer la verdadera ayuda de los algoritmos al entender que “su eficacia depende del cómo se procesa la data, para crear resultados satisfactorios”.

El valor de una marca digital

Es una realidad que las empresas cada vez entienden más la importancia de realizar transacciones e intercambios de negocios a través de sistemas digitales como el Ecommerce. Para Luis Manuel Hernández, experto en el tema y gerente general de Pixel Ecommerce, “el crecimiento de este tipo de negocio ha sido astronómico ya que el modelo tradicional donde un website no hace nada, ya no funciona”.

Hernández manifiesta que se necesita tener plataformas ágiles que permitan adaptarse a los cambios; además de un ecosistema digital nutrido, entendiendo que cada uno de los canales tiene su propia naturaleza. De igual manera, señala que el ecommerce exitoso trabaja el valor digital de la marca, una ecuación que es igual a ingreso recurrente + activos digitales + canales de venta.

Muchas empresas están acelerando sus cambios hacia los primeros modelos digitales, a gran velocidad gracias al COVID-19. Sin embargo, la fórmula parece ser la misma que ya reconocíamos antes de la pandemia: cultura de innovación, entorno digital saludable, manejo inteligente de la información y el cliente en el centro de los desarrollos. En definitiva, lo que se pensaba como transformación, para algunos se ha convertido en una verdadera revolución.

Escrito por:
Yazmin Atencio


Esta crisis es un momento oportuno para generar negocios responsables

[:es]

La “nueva normalidad” obliga a repensar distintos escenarios, y en el caso de las empresas, a tomar en cuenta decisiones que no pueden ser postergadas: Cuidar a los colaboradores, ser solidarios y comunicar las acciones “porque lo que no se conoce no existe”. Del lado de los clientes, manejar actitudes que aporten empatía y que sientan, con sinceridad y afecto, que son importantes.

Estos aspectos fueron analizados durante un conversatorio virtual, denominado Marketing y reputación en tiempos de pandemia, como parte de un espacio de diálogo creado por Ciudad del Saber (CDS), la  rma de consultoría Stratego y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), con sede en CDS, para discutir con voces especializadas distintos temas en el contexto de la pandemia del coronavirus. Participaron en calidad de expositores, Gustavo Manrique, socio y director de Comunicación Estratégica de Stratego; Carlos Jiménez, consultor, conferencista y director de Tendencias Digitales y Fernando Prado, vicepresidente senior de la compañía Reptrak, especializada en temas y análisis de reputación.

Manrique comenzó por subrayar que los hábitos van a cambiar, pero no los gustos, y la sociedad reclamará que las marcas sean activistas y no resulten ajenas a las realidades de la sociedad: “También tienen que apoyar y contribuir a la solución de los problemas”. Dijo que estamos en presencia del escrutinio corporativo sobre las empresas, por lo cual “el desempeño será mucho más evaluado: Es una oportunidad, pero también implica grandes riesgos”. Prado compartió los resultados del estudio desarrollado por Reptrak y titulado La gestión de la reputación corporativa durante la pandemia del COVID-19, a partir del estudio de casos de 19 empresas con presencia en España, Italia, México y Estados Unidos (EE.UU.), entendiendo la reputación desde varias dimensiones como la ética, la ciudadanía, la inversión social, la innovación, el liderazgo, la protección del ambiente y los resultados  financieros.

En esencia buscaron determinar cómo afecta la percepción de los consumidores y los ciudadanos, el desempeño de empresas e instituciones a propósito de la pandemia.

Colaboradores stratego web-min

Cuidar y proyectar

En primer lugar, el estudio destaca que hay valoración del cuidado que tengan las empresas hacia los colaboradores. “Tomar las medidas de seguridad y protección de la salud, resistir lo que haga falta para no despedir y mantener mucha información para evitar la incertidumbre, son conductas que la sociedad premiará”, observa Prado, si bien reconoce que en ocasiones la viabilidad económica hace imposible continuar abiertos. Por otra parte, subrayó Prado, es el momento de la solidaridad y apoyar, de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)”.

En enero de 2020, cuando hicieron un estudio de tendencia en un escenario donde todavía no se imaginaba la dimensión de lo que sería la pandemia, los directores de grandes empresas subrayaban el propósito corporativo; “que el objetivo no era solo ganar dinero; era mucho más. Lo decían por primera vez después de mucho tiempo”, observa el vicepresidente de Reptrak. Desde su perspectiva, esta crisis es el momento de la verdad y de hacer cierto ese propósito de un negocio responsable. En el caso español, Inditex es la empresa más mencionada por sus iniciativas frente a la lucha contra el virus (33%), seguido de Mercadona (10%) y El Corte Inglés (5%). Un tercer aspecto importante es “comunicar lo que hacemos; lo que no se conoce no existe. No construye reputación”.

Sin embargo, aclara el experto, se trata de comunicar desde la transparencia y la información: “No podemos ser comerciales. Debemos explicar lo que hacemos, de una manera objetiva, transparente y cercana”. El estudio reitera que “las iniciativas empresariales tienen un enorme impacto en la reputación y apoyo entre las personas que las conocen”. De hecho, el conocimiento de estas iniciativas genera una mayor reputación en las empresas y, por tanto, un porcentaje mayor de recomendación. Iniciativas valoradas en este estudio han sido la fabricación de batas, de equipos de protección y respiradores, además de la donación de dinero o la decisión de aplazar los pagos de hipotecas y servicios.

Entender al cliente, base del marketing

Carlos Jiménez, por su parte, reflexionó que las personas asocian marketing con publicidad “pero pocas personas con conocer, entender al cliente y esa, en realidad, es la base del marketing”. Si conoces bien al cliente, armó, los productos se venden solos y esta práctica la pide potenciar en esta situación de crisis.

“Hay otro efecto importante: La emocionalidad de la gente. El marketing trata de conocer la audiencia, sus problemas y soluciones”. “Si yo no entiendo la emocionalidad del cliente no me puedo conectar”, advierte y destaca la necesidad de las marcas de ser empáticas. “El marketing no es prescindible en los momentos de crisis. Los clientes esperan que estemos allí con ellos y le preguntemos en qué los podemos ayudar. La gente quiere, por ejemplo, descuentos o  flexibilidad en las condiciones de pago”, armó.

Comentó que las audiencias esperan que las marcas sean útiles, “pero el concepto de utilidad cambia de acuerdo a la generación. La utilidad, en el caso de un baby boomer (nacidos en promedio entre 1945 y 1964) es que cumpla su función”. Los millenials esperan que se anticipe a sus necesidades.

Resaltó que el consumidor latinoamericano no ve mal la comunicación en tiempos de crisis: Es necesario comunicar, pero hay que saber hacerlo y eso nos obliga a tener claro nuestro propósito; a ser útiles.

El experto recomendó a las empresas identicar oportunidades, buscar la viabilidad y no la supervivencia porque sería una condición pasiva.

Reconoció que la tecnología potenciará las experiencias, las personas harán compras online y estarán en teletrabajo, pero igual se mantendrá la necesidad muy humana y social de volver a la o cine, ir a la tienda, al cine y al centro comercial.

Autor: Violeta Villar Liste

Fuente: Capital Financiero[:en]

La “nueva normalidad” obliga a repensar distintos escenarios, y en el caso de las empresas, a tomar en cuenta decisiones que no pueden ser postergadas: Cuidar a los colaboradores, ser solidarios y comunicar las acciones “porque lo que no se conoce no existe”. Del lado de los clientes, manejar actitudes que aporten empatía y que sientan, con sinceridad y afecto, que son importantes.

Estos aspectos fueron analizados durante un conversatorio virtual, denominado Marketing y reputación en tiempos de pandemia, como parte de un espacio de diálogo creado por Ciudad del Saber (CDS), la  rma de consultoría Stratego y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), con sede en CDS, para discutir con voces especializadas distintos temas en el contexto de la pandemia del coronavirus. Participaron en calidad de expositores, Gustavo Manrique, socio y director de Comunicación Estratégica de Stratego; Carlos Jiménez, consultor, conferencista y director de Tendencias Digitales y Fernando Prado, vicepresidente senior de la compañía Reptrak, especializada en temas y análisis de reputación.

Manrique comenzó por subrayar que los hábitos van a cambiar, pero no los gustos, y la sociedad reclamará que las marcas sean activistas y no resulten ajenas a las realidades de la sociedad: “También tienen que apoyar y contribuir a la solución de los problemas”. Dijo que estamos en presencia del escrutinio corporativo sobre las empresas, por lo cual “el desempeño será mucho más evaluado: Es una oportunidad, pero también implica grandes riesgos”. Prado compartió los resultados del estudio desarrollado por Reptrak y titulado La gestión de la reputación corporativa durante la pandemia del COVID-19, a partir del estudio de casos de 19 empresas con presencia en España, Italia, México y Estados Unidos (EE.UU.), entendiendo la reputación desde varias dimensiones como la ética, la ciudadanía, la inversión social, la innovación, el liderazgo, la protección del ambiente y los resultados  financieros.

En esencia buscaron determinar cómo afecta la percepción de los consumidores y los ciudadanos, el desempeño de empresas e instituciones a propósito de la pandemia.

Colaboradores stratego web-min

Cuidar y proyectar

En primer lugar, el estudio destaca que hay valoración del cuidado que tengan las empresas hacia los colaboradores. “Tomar las medidas de seguridad y protección de la salud, resistir lo que haga falta para no despedir y mantener mucha información para evitar la incertidumbre, son conductas que la sociedad premiará”, observa Prado, si bien reconoce que en ocasiones la viabilidad económica hace imposible continuar abiertos. Por otra parte, subrayó Prado, es el momento de la solidaridad y apoyar, de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE)”.

En enero de 2020, cuando hicieron un estudio de tendencia en un escenario donde todavía no se imaginaba la dimensión de lo que sería la pandemia, los directores de grandes empresas subrayaban el propósito corporativo; “que el objetivo no era solo ganar dinero; era mucho más. Lo decían por primera vez después de mucho tiempo”, observa el vicepresidente de Reptrak. Desde su perspectiva, esta crisis es el momento de la verdad y de hacer cierto ese propósito de un negocio responsable. En el caso español, Inditex es la empresa más mencionada por sus iniciativas frente a la lucha contra el virus (33%), seguido de Mercadona (10%) y El Corte Inglés (5%). Un tercer aspecto importante es “comunicar lo que hacemos; lo que no se conoce no existe. No construye reputación”.

Sin embargo, aclara el experto, se trata de comunicar desde la transparencia y la información: “No podemos ser comerciales. Debemos explicar lo que hacemos, de una manera objetiva, transparente y cercana”. El estudio reitera que “las iniciativas empresariales tienen un enorme impacto en la reputación y apoyo entre las personas que las conocen”. De hecho, el conocimiento de estas iniciativas genera una mayor reputación en las empresas y, por tanto, un porcentaje mayor de recomendación. Iniciativas valoradas en este estudio han sido la fabricación de batas, de equipos de protección y respiradores, además de la donación de dinero o la decisión de aplazar los pagos de hipotecas y servicios.

Entender al cliente, base del marketing

Carlos Jiménez, por su parte, reflexionó que las personas asocian marketing con publicidad “pero pocas personas con conocer, entender al cliente y esa, en realidad, es la base del marketing”. Si conoces bien al cliente, armó, los productos se venden solos y esta práctica la pide potenciar en esta situación de crisis.

“Hay otro efecto importante: La emocionalidad de la gente. El marketing trata de conocer la audiencia, sus problemas y soluciones”. “Si yo no entiendo la emocionalidad del cliente no me puedo conectar”, advierte y destaca la necesidad de las marcas de ser empáticas. “El marketing no es prescindible en los momentos de crisis. Los clientes esperan que estemos allí con ellos y le preguntemos en qué los podemos ayudar. La gente quiere, por ejemplo, descuentos o  flexibilidad en las condiciones de pago”, armó.

Comentó que las audiencias esperan que las marcas sean útiles, “pero el concepto de utilidad cambia de acuerdo a la generación. La utilidad, en el caso de un baby boomer (nacidos en promedio entre 1945 y 1964) es que cumpla su función”. Los millenials esperan que se anticipe a sus necesidades.

Resaltó que el consumidor latinoamericano no ve mal la comunicación en tiempos de crisis: Es necesario comunicar, pero hay que saber hacerlo y eso nos obliga a tener claro nuestro propósito; a ser útiles.

El experto recomendó a las empresas identicar oportunidades, buscar la viabilidad y no la supervivencia porque sería una condición pasiva.

Reconoció que la tecnología potenciará las experiencias, las personas harán compras online y estarán en teletrabajo, pero igual se mantendrá la necesidad muy humana y social de volver a la o cine, ir a la tienda, al cine y al centro comercial.

Autor: Violeta Villar Liste

Fuente: Capital Financiero[:]


El Marketing y la Reputación en tiempos de pandemia

[:es]

Tuve la oportunidad de participar en un Webinar organizado por la empresa de comunicaciones Stratego, IESA Panamá y La Ciudad del Saber para conversar del marketing y la reputación de las marcas. Fue una interesante conversación moderada por Gustavo Manrique, socio de Stratego y reconocido consultor en comunicaciones y reputación de marcas, donde además conversé junto a Fernando Prado de la empresa española RepTrak Company.

Quisiera compartir contigo tres mensajes clave de mi intervención en dicho evento:

Marketing stratego

1. El Marketing se trata de escuchar y entender 

Muchas personas asocian el marketing con la publicidad y las ventas. Sí, definitivamente eso forma parte del marketing, pero la base del marketing es la comprensión de las necesidades de los clientes. Se trata de identificar las necesidades y problemas de los clientes, de forma de contribuir a satisfacerlos de forma rentable.

En tiempos de crisis esta tarea no solamente está vigente sino que es muy necesaria debido a que las condiciones del entorno generan cambios en los comportamientos, actitudes y expectativas de los clientes. Las crisis no solamente afectan los bolsillos de los clientes por efecto de la disminución de los ingresos, sino que también influyen en su emocionalidad, lo cual termina afectando también su actitud hacia las marcas y su disposición a compra.

Escuchar y entender es la base de la empatía, muy necesaria en medio de una crisis.

2. El Marketing no es prescindible en tiempos de crisis

Una de las respuestas intuitivas en medio de la crisis es la reducción de presupuestos, y marketing no es la excepción. Aunque la economización de los recursos es una medida necesaria para lograr la viabilidad del negocio en el corto plazo, reducir considerablemente la presencia de la marca puede ser una mala idea.

Hay diversos argumentos que justificarían la defensa del presupuesto de marketing y publicidad: la caída de la demanda en el mercado incrementa la rivalidad de la competencia y no tener presencia de marca no luce una buena opción, además, en tiempos de crisis los consumidores nos necesitan. Una marca útil debe estar presente en el mercado y comunicarse con sus clientes; lo cual será agradecido y, mejor aún, recordado después de la crisis.

Además, diversos estudios académicos demuestran que aquellas marcas que mantienen o incrementan su inversión en marketing y publicidad muestran un desempeño superior, durante y después de la crisis.

3. El Marketing debe atender a un propósito

Las marcas que mejor conectan son las que atienden a un propósito y en lugar de centrarse en el producto (el qué) o el proceso (el cómo), se centran en el por qué. Este es el principal argumento que plantea Simon Sinek en su best seller: Empieza con el Por Qué, libro que se escribió, por supuesto, mucho antes de la pandemia.

Pero es que atender a un propósito es una tarea de las empresas de hoy, que la crisis lo que hace es poner en evidencia. Si la marca define claramente su propósito, entonces será más empática (porque se reconoce a sí misma), más auténtica (porque tiene claramente definidos sus valores), pero sobre todo será más útil, lo que realmente le ayudará a mantenerse en el mercado. Durante una crisis los clientes esperan que las marcas sean útiles y la definición de un propósito claro ayudará a materializar de qué forma se puede ser útil.

En fin, en tiempos de crisis un propósito será de gran ayuda para orientar los esfuerzos de la marca y minimizará el riesgo de sufrir una crisis reputacional.

Escrito por:
Carlos Jiménez

Fuente: Carlos Jiménez 

[:en]

Tuve la oportunidad de participar en un Webinar organizado por la empresa de comunicaciones Stratego, IESA Panamá y La Ciudad del Saber para conversar del marketing y la reputación de las marcas. Fue una interesante conversación moderada por Gustavo Manrique, socio de Stratego y reconocido consultor en comunicaciones y reputación de marcas, donde además conversé junto a Fernando Prado de la empresa española RepTrak Company.

Quisiera compartir contigo tres mensajes clave de mi intervención en dicho evento:

Marketing stratego

1. El Marketing se trata de escuchar y entender 

Muchas personas asocian el marketing con la publicidad y las ventas. Sí, definitivamente eso forma parte del marketing, pero la base del marketing es la comprensión de las necesidades de los clientes. Se trata de identificar las necesidades y problemas de los clientes, de forma de contribuir a satisfacerlos de forma rentable.

En tiempos de crisis esta tarea no solamente está vigente sino que es muy necesaria debido a que las condiciones del entorno generan cambios en los comportamientos, actitudes y expectativas de los clientes. Las crisis no solamente afectan los bolsillos de los clientes por efecto de la disminución de los ingresos, sino que también influyen en su emocionalidad, lo cual termina afectando también su actitud hacia las marcas y su disposición a compra.

Escuchar y entender es la base de la empatía, muy necesaria en medio de una crisis.

2. El Marketing no es prescindible en tiempos de crisis

Una de las respuestas intuitivas en medio de la crisis es la reducción de presupuestos, y marketing no es la excepción. Aunque la economización de los recursos es una medida necesaria para lograr la viabilidad del negocio en el corto plazo, reducir considerablemente la presencia de la marca puede ser una mala idea.

Hay diversos argumentos que justificarían la defensa del presupuesto de marketing y publicidad: la caída de la demanda en el mercado incrementa la rivalidad de la competencia y no tener presencia de marca no luce una buena opción, además, en tiempos de crisis los consumidores nos necesitan. Una marca útil debe estar presente en el mercado y comunicarse con sus clientes; lo cual será agradecido y, mejor aún, recordado después de la crisis.

Además, diversos estudios académicos demuestran que aquellas marcas que mantienen o incrementan su inversión en marketing y publicidad muestran un desempeño superior, durante y después de la crisis.

3. El Marketing debe atender a un propósito

Las marcas que mejor conectan son las que atienden a un propósito y en lugar de centrarse en el producto (el qué) o el proceso (el cómo), se centran en el por qué. Este es el principal argumento que plantea Simon Sinek en su best seller: Empieza con el Por Qué, libro que se escribió, por supuesto, mucho antes de la pandemia.

Pero es que atender a un propósito es una tarea de las empresas de hoy, que la crisis lo que hace es poner en evidencia. Si la marca define claramente su propósito, entonces será más empática (porque se reconoce a sí misma), más auténtica (porque tiene claramente definidos sus valores), pero sobre todo será más útil, lo que realmente le ayudará a mantenerse en el mercado. Durante una crisis los clientes esperan que las marcas sean útiles y la definición de un propósito claro ayudará a materializar de qué forma se puede ser útil.

En fin, en tiempos de crisis un propósito será de gran ayuda para orientar los esfuerzos de la marca y minimizará el riesgo de sufrir una crisis reputacional.

Escrito por:
Carlos Jiménez

Fuente: Carlos Jiménez 

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