Motivación interna y el rol de RRHH
La narrativa de Hollywood nos ha contado, en múltiples oportunidades, escenas como esta: El protagonista, golpeado, vapuleado, a punto de ser vencido, ve una foto de sus hijos, recuerda unas palabras de su padre, el rostro de su esposa o la bandera de su país y de pronto, sus fuerzas regresan, se arma de valor y lo invade la adrenalina, para de pronto, dar un golpe final y vencer al enemigo. Esto es, por llamar de una forma sencilla, encontrar la motivación interna para lograr los objetivos.
Referencia de la película «En busca de la felicidad» del 2006, protagonizada por Will Smith. Video realizado por el usuario en Youtube NikolasSierra
¿Qué pasa con la motivación interna dentro de las empresas? ¿Qué rol juega y quién debe velar para que todos los colaboradores la desarrollen?
Esta motivación no depende directamente del líder, de hecho, puede lograrse a pesar del modelo de liderazgo que se tenga por delante. La motivación interna es un elemento personal, es esa razón que debe impulsar a cada colaborador. Sin embargo, los departamentos de Recursos Humanos de las empresas deben crear espacios propicios para que los colaboradores puedan desarrollar confianza en sí mismos.
Cada colaborador o empleado debe hallar, en su interior aquellos elementos que lo motiven y que, a largo plazo, definirán su vida, tanto profesional como dentro de la organización.
Un trabajador que se impone metas claras e independientes a las metas de su organización o líderes encontrará siempre una razón extra para motivarse, indistintamente de lo que su entorno tenga que ofrecerle. Sin embargo, el proceso de motivación interna o intrínseca dependerá, tanto para su creación como para su éxito, de la madurez del colaborador.
Colaboradores maduros podrán depender más de la motivación interna que de la externa. Por el contrario, trabajadores inmaduros o inexpertos, buscarán más en el exterior elementos que los motiven/validen.
Esto nos trae a Maslow y su Pirámide: las necesidades de autorrealización se ubican en el tope de esta y la cima de la motivación interna se fortalece a mediad que nos autorrealizamos.
Elementos de una sana Motivación Interna:
- Fijarse objetivos alcanzables: esto es, conocer qué impulsa a cada colaborador a ir a su trabajo cada día ¿Lo hace por dinero, para aprender, para crecer profesionalmente, para crear reputación? ¿Para aplicar lo aprendido en trabajos anteriores, para establecerse dentro de una organización? Sin importar cuál o cuáles (puede ser una combinación de objetivos) lo importante es tener definido al menos un objetivo.
- Tener una Matriz FODA: contar una FODA propia permite a cada empleado saber su situación real, tanto dentro de la empresa, como profesional, para de esa forma reforzar y explotar aquellas fortalezas propias. También facilita tener identificadas las debilidades, para evitarlas o revertirlas. Por último, optimiza el aprovechar cada oportunidad y prepararse ante cada amenaza.
- Usar la Inteligencia Emocional: un colaborador, independientemente de la etapa profesional en la cual se encuentre, debe aprender a gestionar sus emociones. Haciendo esto, evitará caer en períodos prolongados de desmotivación y a no depender de la aprobación o motivación externa como únicos impulsos viables.
- Buscar una figura modelo de liderazgo: Una forma efectiva de motivarse es aprender cómo otros motivan y se motivan. Como ya se mencionó, un buen líder debe motivar, pero también puede ser un maestro para un empleado que desea aprender.
- Controlar el Ego: El ego, sin duda, es un factor clave para la motivación interna, sin embargo, un exceso de ego puede ser contraproducente. Un ego hipertrofiado puede llevar al colaborador a perder la objetividad, la humildad y a no estar atento a sus debilidades y amenazas. Un ego “herido” puede generar desmotivación, perjudicando el alcanzar las metas por las cuales se trabaja.
Es el desarrollo de estos cinco puntos donde los equipos de RRHH de las empresas debe hacer más énfasis: cómo hacer que sus colaboradores desarrollen estas habilidades blandas. Veamos:
- Plantear políticas de salario emocional.
- Desarrollar planes de crecimiento y capacitación.
- Establecer planes de carrera.
- Ayudar al colaborador a encontrar sus fortalezas y trabajar en sus debilidades.
- Desarrollar liderazgos sólidos y positivos.
- Establecer metas a sus colaboradores (vía evaluaciones y KPI’s).
- Fomentar el trabajo en equipo y la integración.
Adicional a fomentar la motivación interna de los colaboradores, es menester de los equipos de RRHH motivar, vía reconocimientos, incentivos y empoderamiento a todo su personal, sin importar el rol que desempeñe dentro de la organización.
Dentro de las organizaciones modernas, el gran reto para RRHH es mantener altos niveles de motivación, para lograr empresas atractivas y fidelización de sus colaboradores.
¿Está lista su empresa para asumir estos retos?
Autor: Stratego